Ésta noche; Alemania, se paseo en Reikiavijk, ganando con total solvencia a Islandia (0-4) apuntalando su supremacía en el grupo J de la eliminatoria europea al sumar 15 puntos, 4 más que su inmediato perseguidor, Armenia. La "Mannschaft" sumó su tercer triunfo en línea en este parón de selecciones ofreciendo una imagen de selección compenetrada y unificada en el concepto de Hansi Flick, que quiere un fútbol dinámico, intenso y atrevido. Un calco de lo que introdujo en el Bayern tras asumir su dirección técnica en 2019.

La Alemania de Flick, ha enseñado un equilibrio abrumador, con una defensa sólida liderada por Antonio Rudiger y Nicklas Sule y un ataque demoledor en el que brillan la explosividad de Leroy Sané y Serge Gnabry, el desparpajo de Kai Havertz y la pegada de Timo Werner, que sacia en su selección la sed anotadora que le lastra en el Chelsea.

Ésta Alemania, juega a un ritmo alto y con precisión. En este parón no ha recibido goles y ha sumado la nada despreciable cifra de 12 goles a favor en los contundentes triunfos sobre Liechenstein, Armenia e Islandia.

Hansi Flick, ha conseguido emular a su predecesor Joachim Low, como el entrenador de la "Mannschaft" que en sus tres primeros partidos oficiales, ha vencido sin recibir goles. Su impronta ya se comienza a notar en esta fase de clasificación. Ha sido llegar y "besar el santo" con un equipo renovado en el que mezcla con acierto la insultante juventud de los Musiala, Wirtz y Adeyemi con el rodaje de los Werner, Sané, Gnabry, Kimmich, Goretzka y Gundogan.