Con todo en contra, el cuadro de Jurgen Klopp venció 4-0 y se mete en la final
Estaba claro que el Liverpool, no iba a dar por perdida la eliminatoria. Iba a dar la cara pese al 3-0 de la ida y a las adversidades que se cebaban impidiéndole afrontar la vuelta sin garantías. Sin Salah y sin Firmino y con jugadores en cuadro como Henderson y Van Dijk, afrontó el juego sabiendo que era una empresa complicada, ante un Barcelona, envolentonado, con el mejor jugador de la historia en sus huestes y descansado tras ganar la Liga. Todo a favor de uno y todo en contra del otro, pero venció el que tuvo más fe.
Liverpool are in the UEFA Champions League final! ???#UCL | #UCLfinal
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) May 7, 2019
Inicio infernal
El Liverpool, consiguió lo imposible y se metió esta noche en un partido histórico a la final de la UEFA Champions League en Madrid tras apabullar a un Barcelona; vulgar, que volvió a encomendarse a la calidad de Leo Messi, para que le salvase; pero por supuesto, no siempre es posible. Su soledad en este equipo sigue siendo brutal, la indolencia de sus compañeros no tiene nombre y este Barça, que soñaba con volver a ganar la Champions, ha visto como el Liverpool, se convertía en su peor pesadilla.
Desde el comienzo se vio a un Liverpool ambicioso. Afrontó el juego con la confianza de poder lograr la remontada. Con las inclusiones de Divock Origi y Xerdan Shaquiri en reemplazo de espadas de primera línea como Salah y Firmino, salió dispuesto a «comerse» al Barcelona, algo que consiguió en 15 minutos iniciales de vértigo.
Por fuera con Mané y el suizo y por dentro con transiciones siderales, el Liverpool, ahogó al Barcelona, con un pressing asfixiante, bien complementado por la llegada masiva desde atrás de muchos de sus valores. Era un Liverpool, que le imprimía un ritmo alto al juego para amedrentar a un Barcelona, que debió preveer este comienzo. Pero no lo hizo, sufrió en la salida, llegaba siempre tarde en las coberturas y sufría en defensa con la movilidad incesante de los «reds». El gol inicial, llegaría como consecuencia de ello.
Origi «abre la lata»
A los 7` Divock Origi, marcó a placer tras una gran llegada a posiciones de gol por parte de Jordan Henderson. 1-0 muy temprano sobre un Barcelona, que no conseguía reaccionar. Como si la cosa no fuera con ellos. Y el Liverpool, a lo suyo, dinámica y con mucho ritmo en su juego sobretodo por el exterior en donde Mané y a veces Shaquiri, ocupaban el espacio para agredir, y lo conseguían.
WHAT A START!! ?
First @ChampionsLeague goal for Divock Origi! ?#UCL #LIVBAR pic.twitter.com/dPwn0QkzQE
— Liverpool FC (@LFC) May 7, 2019
Messi asume el control
Sin embargo, hacia el minuto 20`la dinámica cambio justo cuando Messi, comenzó a aparecer. El crack argentino asumió el reto de bajar a primera línea para construir juego y comenzó a generar asociaciones que terminaron por propiciar los primeros acercamientos del Barça.
Minuto 14: ¡A punto de marcar Leo #Messi! Asistencia de Jordi Alba y el remate del argentino la desvía Alisson a corner (1-0; 1-3 global) #LFCBarça pic.twitter.com/Sj6Mf16QQH
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) May 7, 2019
Messi, comenzaba el ataque y llegaba a posiciones de gol para finalizar, aunque terminó topándose con una gran versión de Alisson. Tuvo hasta dos el argentino, más una de Suárez que salvó el brasileño. Pero el Barça, crecía de la mano de «la pulga» ya que ni Rakitic, ni Busquets, ni un Coutinho, más preocupado de tapar las subidas de su lateral, eran capaces de respaldar el trabajo del «rosarino». El primer tiempo se diluyó con el Barcelona, terminando mejor, pero la amenaza del Pool, seguía latente.
Sin embargo, para el Liverpool, se complicaban más las cosas con la marcha de Andrew Robertson. Ingresó Wijnaldum para actuar en el medio y James Milner como en sus épocas del Aston Villa, pasaba a jugar de lateral. El Liverpool, no se resintió; siguió a lo suyo hasta conseguir el objetivo.
Wijnaldum y Origi sentencian
A los 54` y 56`Wijnaldum rompió el partido. Dos goles de «9» igualaron la eliminatoria en un abrir y cerrar de ojos. El holandés martillaba a la espesa zaga «cule» y le sacaba jugo a la voracidad de su equipo. El alto ritmo «red» y la ambición de remontar, devoró a un Barcelona, que se derrumbó, como en Roma hace un año. Y para completar, el 4-0 y la sentencia con un gol de «patio de colegio». Arnold, se aprovecha de la desconcentración «culé» y desde el corner introdujo el balón al corazón del área en donde apareció Origi, para sentenciar la eliminatoria.
4-0, remontada histórica del Liverpool. Fue superior en toda eliminatoria; en Barcelona, mucho más, pero perdió. Hoy a golpe de fe, consumó un histórico pase a la final venciendo la indolencia de un FC Barcelona, en el que la soledad de Leo Messi, es aterradora.
Periodista con especialización en Periodismo Deportivo
Editor Manager Discoveryfootball.com. Especialista en Fútbol Internacional
Socio de ACORD Bogotá y Miembro de AIPS
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